NUEVE DIAS EN PAKISTÁN 6:
6. Government College University Lahore
Esa mañana teníamos una cita prevista para visitar la Government College University Lahore o GCU donde estudió Nandy Singh, el padre de Mano, marido de Graciela, hasta los 22 años. No pudo recibirse en esa institución porque, al ser sikh, tuvo que partir a la India cuando se trazó la controvertida frontera.
Nandy Singh había sido uno de los pocos privilegiados con capacidad y suerte para entrar a esa prestigiosa universidad focalizada no sólo en la excelencia académica, sino también en los deportes y que en 1947 estaba a la altura de la universidad británica de Cambridge. En esa época, India y Pakistán tenían los mejores equipos de hockey del mundo, y muchas estrellas salieron de esa institución. Es más, a sólo un año de la independencia de India, ambos países tuvieron que enfrentarse en los juegos olímpicos en Inglaterra. Nandy Singh junto a su equipo indio se llevaron la medalla de oro nada más ni nada menos que derrotando a los británicos en su tierra en 1948, medalla que volvieron a recibir en 1952 y 1956.
Sólo se puede visitar la universidad con invitación. Graciela ya tenía un contacto gracias a su cuñada. La hermana de Mano está haciendo un documental sobre la historia de su padre y de esos amigos de la universidad del equipo de hockey que quedaron del otro lado de la frontera.
Graciela había acordado lugar y horario de encuentro con Hafiz Atif Malik, quien asumimos sería el secretario del director de deportes de la institución. Al llegar, de un pequeño auto negro bajó un auténtico actor de Bollywood, alto, atlético, con campera de cuero y jeans. Cuando se acercó a saludarnos y se sacó sus grandes anteojos de sol noté que con Graciela sincronizábamos suspiros atragantadas ante semejante despliegue de belleza masculina. Era un exalumno orgulloso de su universidad y actual referí internacional de hockey. Abrió la puerta trasera del auto y malabareó unos ramos de flores que nos entregó a modo de bienvenida. Suponemos que fue un error. En la puerta del edificio de deportes, el director Khadim Ali Khan y otras autoridades nos esperaban para recibirnos formalmente. Hubo ceremonia y entrega oficial de las mismas flores que habían quedado sobre una silla. Esta vez las recibimos de manos del Sr. Ali Khan, ex profesor de geografía.
Entramos por un pasillo flanqueado de retratos de casi todas las estrellas deportivas de la universidad mientras nos explicaban quién había sido cada uno de ellos. El director nos invitó a su despacho, y allí, con chai y galletitas, charlamos largo y tendido sobre la historia de la institución, los exalumnos, los alumnos actuales y, sobre todo, de la tristeza y añoranza de su familia que, caso inverso, había tenido que dejar India y emigrar forzosamente a Pakistán por ser musulmanes. Comparten la misma historia, los mismos gustos, la misma lengua y casi las mismas tradiciones. Al hombre se le llenaban los ojos de lágrimas al contarnos y a nosotras nos resultó inevitable no emocionarnos también.
Cuando el director se enteró de que yo era de Argentina me confesó emocionado que Pakistán había ganado la copa de oro en el mundial de hockey celebrado en mi país en 1978. No me animé a confesarle que ni siquiera sabía que había habido un mundial de hockey en el mismo año del mundial de fútbol. Más tarde recibimos la visita de un alumno de tan solo 16 años. No sólo estaba estudiando Ciencias Económicas, ya era también una estrella de bádminton en Asia. Se llama Haris Qasimy, en aquel momento estaba en el puesto 368º del ránking mundial. Un encanto de chico.
A continuación visitamos los imponentes edificios de arquitectura indobritánica, tan característica de esa época. Algunos datan de 1848, otros, de unos 20 años más tarde. La distribución edilicia es típicamente inglesa, edificios emplazados en el centro y los campos de deporte en la periferia. Mientras los recorríamos, Graciela llamó a su marido para que hablara con el director. Fue muy emocionante escuchar la pasión con que ambos se comunicaban en punjabi y ver cómo le volvían a brillar los ojos al director. Fue fácil imaginar una emoción similar al otro lado del teléfono.
Government College University cuenta con 13.000 estudiantes de diversas carreras. El ingreso es muy difícil. Si bien ser deportista ayuda, también es indispensable tener una excelente preparación académica. En este momento hay más mujeres que hombres. Cuesta 350 dólares anuales, razón por la cual muchos postulantes deben aspirar a becas. El director de deportes me contó que su departamento beca aproximadamente 250 deportistas al año. De allí han salido no sólo deportistas, sino también algunos Primeros Ministros y políticos. Government College University está entre las 4 primeras universidades nacionales en materia deportiva y sexta a nivel académico.
Regresamos al hotel cargadas de flores, folletos, revistas, recuerdos y gran emoción.