Niño sabio en Punjab
En un pueblo en Punjab, India en marzo del 2016, caminaba por una calle comercial, muy ruidosa y transitada. En medio de ese bullicio se me acercó un nenito de unos 12 años, maduro para su edad, vestido con una camisa a cuadros. Con un inglés perfecto comenzó a hacerme un reportaje sobre mi vida. Siguió a mi lado, curioso por saber a dónde iba.
Llegamos a un terreno baldío rodeado de casas y una combi destruída en el centro. Niñas gritonas pero bien peinadas me cercaron. Competían a ver quién llamaba más la atención. Rogaban que las fotografiara y se ponían delante de la cámara a posar.
Él, observador, miraba la escena como queriendo ser ajeno a todo ese despliegue vergonzoso. Yo quería quedarme con un recuerdo suyo y le saqué esta foto tratando de evitar las chicas que copaban la escena. Pronto se despidió de mí diciendo que tenía una cita.
Cuando me iba del lugar volví a cruzarlo en la calle. Lo reconocí de lejos por su vestimenta pero esta vez llevaba una carterita de cuero cruzada en su pecho. La carterita, con la solapa entreabierta, dejaba ver algunos cuadernos. Tras mi pregunta me respondió que iba a clases de apoyo de matemáticas. Me ofrecí a acompañarlo y aceptó. Iba muy apurado y a pesar de que yo daba pasos largos, no lograba alcanzarlo. Se dio cuenta de que si me esperaba no iba a llegar a tiempo a su clase, entonces me hizo entender que me tenía que despedir ahí para seguir corriendo.
Me quedé con la suerte de este recuerdo.